septiembre 14, 2009

Proyectizar o no proyectizar… (4ta. Parte)

La semana pasada dedicamos la tercera entrega a examinar el segundo elemento de nuestra lista de seis componentes básicos para el desarrollo de una adecuada cultura organizacional orientada a la proyectización. Dicha lista, la planteamos en la primera de las entregas de esta serie. Hoy, nos dedicaremos al tercero de esos elementos:

Establecimiento de un programa de desarrollo de las destrezas o habilidades individuales

Aunque la siguiente frase pueda sonar a “cliché”, no por eso deja de ser tanto verdadera como actual: La fuerza laboral de una empresa, constituye el más valioso de sus activos. Ergo, en el contexto empresarial de la administración de proyectos, no puede tener sino el mismo valor.

El Equipo de Trabajo de un proyecto, está constituido por todos los recursos de trabajo (humanos) que participan en la ejecución de las tareas. Podemos establecer una analogía con los músicos de una gran orquesta sinfónica: Puede que el Director de la orquesta sea un genio y tenga gran experiencia; pero si sus músicos no tienen las destrezas necesarias para la ejecución de cierta pieza musical, posiblemente lo que escuchemos sea un desastre o al menos, no suene nada bien.

Por tanto, el programa de desarrollo en cuestión, tendrá que tomar en cuenta tanto las necesidades empresariales, como de forma individual la de cada miembro que participa en equipos de trabajo de proyectos: deberá tomar en cuenta los distintos roles y responsabilidades dentro del sistema de administración de proyectos instaurado, así como las expectativas de crecimiento y mejoramiento individual a nivel profesional o técnico.

Por supuesto, este programa tendrá como requisitos imprescindibles, el haber implantado tanto el primero como el segundo elemento de nuestra lista, que en realidad le definen a la empresa el qué hacer y cómo hacerlo, en materia de administración de proyectos. Un programa de desarrollo de destrezas individuales que no ha implementado esos requisitos, será tan efectivo como un “Perezoso” tratando de atrapar un mosquito.

El medio que deberá utilizar este programa será la Capacitación, planeada y personalizada de tal forma que no solamente cubra las necesidades individuales de cada uno de los miembros de equipos de trabajo, sino que además lo haga en concordancia con las necesidades organizacionales.

Síntomas que identifican a las empresas que no han establecido un programa de desarrollo de habilidades en la administración de proyectos

Entre otras cosas, podremos observar lo siguiente:
  1. Las relaciones entre los miembros de equipo son muy mal manejadas y existe poca o ninguna comunicación.
  2. Las herramientas de TI especializadas para la administración de proyectos que se utilizan —si es que se utilizan—, no obedecen a un estándar, pocas personas las tienen, no están actualizadas y por supuesto, son totalmente subutilizadas.
  3. La gestión de riesgos —si es que se realiza—, no tiene una metodología estandarizada y por ello los esfuerzos resultan vanos.
  4. El proceso de toma de decisiones es lento, complicado y por lo general veremos una decisión equivocada tras otra, debido a que la persona que las toma carece de bases sólidas por falta de conocimiento.
  5. En casos fortuitos en los que un proyecto llega a tener éxito, todo el mérito se le concede exclusivamente al administrador.
La próxima semana, dedicaremos la quinta entrega de esta serie, al sistema de medición sobre el desempeño de los proyectos.

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