agosto 30, 2009

Proyectizar o no proyectizar: he ahí el dilema!



Generalidades del Dilema

He creído que esta paráfrasis de aquella famosa expresión con la que inicia el soliloquio de Hamlet, ilustra fielmente el estado dubitativo en el que se encuentran muchas medianas y grandes empresas, instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, con respecto de la tendencia a la administración por proyectos en la gestión empresarial. Tendencia, que dicho sea de paso, es marcadamente creciente, dado que cada vez más y más Analistas de Negocios mencionan la proyectización en las conclusiones y recomendaciones de sus estudios, como el siguiente paso a seguir en el desarrollo empresarial o institucional.

Pero entonces ¿qué es lo que detiene a las altas esferas organizacionales para dar el paso definitivo? Bueno, para ponerlo de una forma un tanto folclórica, digamos que adoptar el modelo de administración por proyectos a nivel empresarial no es simplemente “soplar y hacer botellas”. Requiere entre otros tres factores que resultan imprescindibles:
  • Una clara visión del estado actual de la organización y, por supuesto, adónde se le quiere llevar.
  • Una firme voluntad política para implementar los cambios que sean necesarios, y
  • Una incansable constancia en la ejecución de esos cambios.
El gran obstáculo al que se enfrentan tanto las juntas directivas como las altas gerencias para tomar la decisión definitiva hacia la adopción del modelo, no es otro que la cultura organizacional: esa masa informe que ha llegado a constituirse mediante la sistemática aplicación de una complicada receta, que incluye entre otros, ingredientes como el tiempo, las buenas y malas costumbres, intereses políticos y económicos tanto grupales como individuales, cuotas de poder, etc.; pero que guste o no, constituye la realidad de la empresa o institución.

Elementos básicos para iniciar el camino hacia la proyectización

Y, entonces ¿qué se puede hacer para cambiar esa realidad empresarial? Para comenzar, los tres factores antes mencionados son imprescindibles; pero existen algunos otros elementos básicos que pueden ayudarnos a asegurar el desarrollo adecuado y correcto hacia una cultura organizacional orientada a la administración de proyectos:
  1. Estandarización en la metodología a utilizar en la administración de proyectos.
  2. Establecimiento claro de roles y funciones, así como las expectativas empresariales sobre su desempeño.
  3. Establecimiento de un programa de desarrollo de las capacidades y habilidades individuales.
  4. Establecimiento de un sistema claro y específico de medición sobre el desempeño de los proyectos.
  5. Una estructura de apoyo que facilite la gestión del cambio en la cultura organizacional.
  6. La adopción de las herramientas tecnológicas adecuadas, que permitan la implementación de los elementos anteriores.
En las siguientes entregas, nos dedicaremos a analizar individualmente cada uno de estos elementos.